Cómo manejar la ira sin perder los nervios

  • Aléjate de las personas que te irritan, piensa en la situación y cuestiona si realmente es tan importante

Cuidar las necesidades básicas, descansar correctamente y ponerse en el lugar del otro son algunas de las claves para no perder los nervios. En este practicograma te explicamos cómo manejar la ira para no salir de tus casillas.

1 La ira es una emoción útil y necesaria.

Una persona siente ira cuando algo se interpone en sus objetivos o cuando considera algo como una injusticia. Es importante comprender que todas las emociones son útiles y necesarias. La ira no es una excepción.

Avisa de que algo puede cambiar y motiva a detener aquéllo que causa malestar. Disminuye el miedo y aporta la energía necesaria para actuar.

2 La ira mal gestionada puede ser peligrosa.

La ira en sí no es un problema, pero mal gestionada puede ser peligrosa porque impide pensar con claridad y lleva a actuar de forma hostil y agresiva.

3 No dejes acumular lo que te molesta.

Lo mejor es prevenir. Antes de perder los nervios ten en cuenta que es fundamental no dejar acumular lo que molesta porque si no puedes actuar como una olla exprés y explotar cuando ya no puedes más.

4 Cuida el descanso y las necesidades básicas.

También es muy importante cuidar el descanso y todas las necesidades básicas. Cuando hay sueño o hambre es más fácil que alguien te saque de tus casillas. Por último, también es fundamental rebajar el nivel de activación en algún momento del día. Puedes, por ejemplo, practicar técnicas de relajación, yoga, meditación o disfrutar de un baño relajante.

5 Apártate de quién te irrita.

Cuando ya te ha desbordado la irritación y te sientes invadido por la ira, poco puedes hacer. Debes evitar responder con la misma moneda. La violencia provoca más violencia y cierra las posibilidades de comunicación.

En cuanto notes las primeras señales de que puedes perder el control lo mejor será apartarte de quien te está irritando antes de que puedas hacer o decir algo de lo que puedas arrepentirte.

Tampoco es conveniente darle vueltas a lo que te ha enfadado porque te enfadará todavía más.

6 Después de un episodio de ira, busca las causas y piensa en las consecuencias.

Después de un episodio de ira es conveniente preguntarte si realmente estás ante una situación injusta. Si es así busca, cuando estés tranquilo, la manera de cambiar las cosas sin acudir a la violencia.

¿Algo o alguien te impide conseguir tus objetivos?, ¿son tus objetivos realistas?, ¿tienes alguna forma alternativa de conseguirlos? Plantáte todas estas cuestiones.

7 Deja de interpretar las relaciones humanas en términos de ganar y perder.

El afrontamiento de la ira pasa por ver las cosas de forma distinta. Adoptar el punto de vista del otro hará que lo entiendas mejor y te enfades menos.

También es conveniente dejar de interpretar las relaciones humanas en términos de ganar o perder puesto que en la mayoría de las ocasiones o todos ganan o todos pierden.

Mostrar comentarios